Un docente de 34 años denunció que ladrones irrumpieron en su casa y lo despojaron de una importante cantidad de dinero que estaba atesorado.
El educador se retiró de la vivienda bien temprano a la mañana para dirigirse a trabajar a un establecimiento escolar.
La suegra lo llamó minutos más tarde para alertarlo sobre anomalías en el edificio familiar de calle 17 al 600.
Al ingresar a la casa descubrió la ventana del baño rota y en el interior faltaban 200 mil pesos, una computadora portátil y un televisor de 32 pulgadas.
Por Alfonso Godoy
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