El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, anunció este sábado el comienzo de un período de luto nacional debido al incidente ocurrido durante la noche de Halloween en Seúl que ha dejado al menos 153 muertos y 82 heridos, y prometió una “investigación en profundidad” sobre sus causas.
El Ejecutivo surcoreano “designa el período desde hoy hasta que el accidente esté bajo control como período de luto nacional”, y declara “como máxima prioridad” las tareas relacionadas con el suceso, dijo Yoon en un discurso a la nación retransmitido desde la oficina presidencial.
El presidente surcoreano destacó que “lo más importante” en estos momentos es “determinar las causas del accidente y prevenir incidentes similares”, durante su alocución horas después de la estampida en el barrio de Itaewon en Seúl.
“Investigaremos en profundidad las causas del accidente para hacer mejoras fundamentales, de modo que no vuelvan a ocurrir incidentes similares en el futuro”, dijo Yoon.
El presidente trasladó sus condolencias a los allegados de las víctimas del suceso, y lo definió como “horrible” y como “una tragedia y un desastre que nunca debió haber ocurrido”.
Al menos 153 personas murieron y otras 82 resultaron heridas a causa de la estampida, que tuvo lugar en torno a las 22.22 hora local del sábado en las cercanías del Hotel Hamilton, frente a la estación de metro de Itaewon.
La policía está tratando de identificar entre las víctimas a unas 350 personas cuyas desapariciones han sido notificadas a las autoridades locales.
Se cree que el suceso tuvo lugar en un callejón en pendiente, de unos cuatro metros de ancho y aledaño al mencionado hotel.
Según testigos citados por medios surcoreanos, una caída colectiva se produjo en lo alto de la pendiente, lo que provocó una avalancha en cadena. Por el momento se desconoce el motivo por el que se originó el incidente.
Las imágenes, viralizadas instantes después de que se conociera la tragedia que mató a más de 150 personas anoche, muestra las maniobras de RCP en plena calle, sin apoyo médico. Es que la multitud no solo provocó la estampida, sino que también bloqueo los accesos para que la ayuda llegara rápidamente.
En el lugar de los hechos, acordonado por la policía y bañado por el rojo de cientos de luces intermitentes, la música seguía sonando en algunos bares.
Los transeúntes, aturdidos, se sentaban en la acera y miraban sus teléfonos. Otros se consolaban, se abrazaban, mientras otros, aparentemente inconscientes de la magnitud de la tragedia que se había producido justo al lado, seguían celebrando.
Los investigadores de la policía rastreaban los callejones sembrados de escombros.
“Siempre hay mucha gente, pero nunca había ocurrido algo así”, dijo a la AFP Ju Young Possamai, de 24 años, camarero en el distrito de Itaewon. ”He estado en muchas fiestas de Halloween en Corea”, dijo, y añadió: “Nunca pensé que algo así pudiera ocurrir en Corea, especialmente en Itaewon”.
Cada año el barrio de Itaewon, colindante con una base militar estadounidense y conocida zona de ocio nocturno, se convierte en el punto más concurrido para celebrar Hallowen en Seúl, y según medios locales, en sus calles se habrían congregado millares de personas en esta ocasión.
(Con información de EFE)
(Infobae)
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