Por Alfonso Godoy para Real365
El martes, un sujeto de 37 años se entregó a la Justicia y fue indagado por el fiscal Nelson Mastorchio. El incidente tuvo lugar el 27 de junio, cuando Miguel Isea perdió la vida por el disparo efectuado en defensa propia por el hijo del propietario del campo Nall, en el paraje 12 de Agosto.
Según la Fiscalía 3, el detenido indagado es considerado el cómplice del fallecido en el hecho delictivo. En la audiencia, en la que estuvo presente el ayudante fiscal Abel Adrián Rodríguez, se le imputó el delito de homicidio en ocasión de robo. Esta grave imputación es la figura legal con la que la acusación sostendrá el proceso penal y llevará el caso a juicio oral.
Es importante destacar el excelente trabajo coordinado entre la fiscalía especializada en delitos rurales a cargo de Mastorchio, la brigada policial del Comando de Patrulla Rural y la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) local. Los detectives policiales y judiciales lograron reconstruir el episodio y recolectar elementos de prueba que vinculan al sospechoso con el hecho delictivo.
Por este motivo, decidió entregarse a la Justicia, acompañado de su abogado defensor, quien lo entregó en la Fiscalía y lo asistió durante la indagatoria. A pesar de las explicaciones brindadas por el detenido, estas no lograron eliminar las sospechas sobre su participación como cómplice de Isea.
Por otro lado, Sergio Fernando Nal, el productor agropecuario que disparó y causó la muerte al ladrón, ha sido liberado tras quedar comprobado que actuó en legítima defensa. El propietario se encontraba revisando las cámaras de seguridad y reportando los continuos robos de cerdos cuando se activaron los sensores de movimiento del sistema de alarmas en uno de los galpones.
Al salir al exterior, se encontró con los delincuentes. Debido a la oscuridad y la poca luz, no pudo distinguir claramente las acciones de uno de los ladrones, quien aparentemente llevaba la mano hacia la cintura, interpretado como si estuviera sacando un arma de fuego.
En respuesta a esta situación, realizó disparos al aire con una carabina calibre 22 para disuadir las intenciones delictivas. A pesar de que los delincuentes lograron escapar con el cómplice, a pocos metros uno de ellos cayó muerto en un lote de cultivos de maíz.
Este lamentable suceso ha dejado una víctima fatal y ahora la Justicia se encargará de llevar a cabo el proceso correspondiente para determinar las responsabilidades penales de los involucrados.
Las autoridades continúan investigando el caso y trabajando para garantizar la seguridad en las zonas rurales y prevenir futuros delitos de esta naturaleza.
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