El Gobierno aprobó hoy el llamado a licitación del espectro radioeléctrico para el desarrollo de la tecnología 5G en la Argentina, una medida clave para el desarrollo de las telecomunicaciones y que tendrá un impacto económico decisivo en el futuro inmediato. Los pliegos establecen que se subastarán tres bloques de 100 MHz, con un precio base de 350 millones de dólares cada uno
La tecnología 5G, la quinta generación de redes móviles, representará un salto en la conectividad de la Argentina, al aumentar la velocidad de la transmisión de datos y reducir al mínimo la latencia, hasta hacerla casi instantánea. Se trata de un requisito indispensable para el desarrollo del internet de las cosas, la telemedicina, los automóviles autónomos, el streaming y otras actividades que demandan gran ancho de banda, como la inteligencia artificial, Big Data y administración de grandes bases de datos. También es de vital importancia para la gestión de la información y la comunicación de alta sensibilidad para el Estado, como la seguridad y la defensa.
En el mundo y en la región, la mayoría de los países ya cuenta con infraestructura operativa de 5G, mientras que Argentina viene retrasada en su implementación. De hecho, esta decisión debió tomarse la semana anterior, pero se pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando finalmente quedó aprobada.
El directorio del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), que encabeza Claudio Ambrosini -funcionario que responde al ministro de Economía, Sergio Massa, quien está en Brasil- tomó la decisión de poner en marcha el proceso licitatorio en la reunión de hoy, con el apoyo de la mayoría oficialista, debido a que los dos representantes de la oposición, Silvana Giudici y José Corral, votaron en contra.
En el 5G -que el gobierno argentino lo puso a licitación bajo el formato de “Servicio de Telecomunicaciones Fiables e Inteligentes” (STeFI)- se mezclan cuestiones económicas, corporativas, tecnológicas, junto a la política doméstica y hasta los intereses de la geopolítica.
En concreto, esta mañana el Enacom aprobó en la reunión de directorio los pliegos para llamar a subasta por la banda de frecuencia entre 3300 y 3600 MHz, en tres lotes de 100 MHz cada uno. Se fijó un precio base de 350 millones de dólares, pero quedará el valor definitivo que surja de la puja entre los interesados en participar del negocio. Esa pulseada, se estima en fuentes del mercado, la protagonizarán las telcos que ya operan en la Argentina Telecom, Movistar y Claro, pero no se descarta que participen otras compañías, como Telecentro.
Según pudo saber Infobae, en el gobierno nacional se había decidido destinarle a la empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat) un bloque de 100 MHz, entre los 3600 y 3700, para desarrollos vinculados a la investigación, educación, ciencia y otros destinos con fines no comerciales.
En los pliegos se estableció como requisitos que podrán intervenir en la subasta licenciatarios que cuenten con presencia en al menos 10 localidades de la Argentina y un mínimo de 50.000 accesos, y que cuenten con un patrimonio neto superior a los 10 mil millones de pesos al último ejercicio. El Estado otorgará al oferente ganador el uso de las frecuencias por 20 años. Para garantizar la competencia, cada empresa podrá adquirir un bloque.
El ingreso que genere la licitación, que debería estar en el orden de los 1.000 millones de dólares, ingresarán al Tesoro Nacional, según pudo saber Infobae. En un año de reservas escasas en el Banco Central, esos desembolsos podrían traer un alivio suplementario para las cuentas públicas.
El impacto del 5G
Se trata de la tecnología que sucede al actual sistema, que soporta la transmisión de gran cantidad de datos, pero que por la latencia -el tiempo que tardan en “viajar” esos datos- aún no pueden desarrollarse actividades como los automóviles autónomos o realizar intervenciones quirúrgicas a distancia y el funcionamientos de equipos y dispositivos inteligentes, debido a la necesidad de que se reduzca casi a cero la transmisión de datos.
De acuerdo con la información de especialistas, con una red funcionando de manera óptima, el 4G tiene una latencia promedio de 200 milisegundos, y con el 5G ese valor se reduce a 1 milisegundo, imperceptible para el ojo humano. Esto es porque la velocidad del flujo de información llega a los 10 Gbps, frente a los 100 Mbps de la tecnología anterior.
Además, las redes 5G posibilitan tener hasta un millón de dispositivos conectados a internet por kilómetro cuadrado simultáneamente, frente a los 100 mil del 4G. La escala confirma que se trata de un salto tecnológico clave para el desarrollo no sólo de las telecomunicaciones sino para la actividad económica en general.
La dependencia de conexiones con internet eficientes y rápidas viene creciendo de manera exponencial en las empresas, con procesos productivos automatizados y robotizados; como en los estados nacionales y provinciales y municipales, con procesos que van desde la atención al ciudadano a la gestión del tránsito. También en los hogares, donde hay cada vez más electrodomésticos inteligentes, se consumen servicios de streaming y hasta se desarrolla diversas modalidades de teletrabajo.
Pero también, las redes móviles de 5G tienen un aspecto central vinculado a la seguridad nacional, regional y global. Por eso, es uno de los temas centrales en las relaciones diplomáticas de Argentina. Más allá de qué empresas efectivamente adquieran los derechos para utilizar el espectro radioeléctrico, la etapa siguiente será la definición de los encargados de construir la infraestructura de esas redes. Allí está presente una pulseada para que se defina proveedores confiables.
De Infobae
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