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En un giro inesperado, lo que inicialmente parecía un caso extremo de violencia de género ha tomado un rumbo diferente, desafiando las expectativas de los investigadores. La historia comenzó el viernes alrededor de las cuatro de la madrugada en un departamento ubicado en Doctor Valentini al 1.100, cuando el propietario, un albañil de 51 años, alertó a las autoridades tras descubrir una escena alarmante.
El dueño del inmueble relató haber encontrado un reguero de sangre que conducía a una pileta de lona tipo Pelopincho, llena de agua teñida de rojo. En el interior del departamento alquilado, habitado por una pareja joven, observó un vidrio roto en una ventana, todos los muebles desordenados y manchas hemáticas en todos los ambientes.
La Policía, respondiendo al llamado, contactó al Hospital para verificar la información y confirmaron que la joven había ingresado junto a su pareja en una ambulancia de emergencias médicas.
A la una de la madrugada, el individuo había solicitado asistencia médica para su concubina, quien presentaba una lesión corto punzante en el antebrazo.
La intervención quirúrgica y transfusiones de sangre fueron necesarias para su recuperación, logrando una mejoría en su estado de salud.
Sin embargo, la complejidad del caso surgió cuando la instructora judicial de la Fiscalía 4 especializada en delitos contra mujeres, tomó declaración testimonial a la joven.
Contrariamente a las expectativas, la supuesta víctima no señaló a su pareja como agresor.
Aunque admitió haber vivido situaciones de conflicto y enfrentamientos verbales con él, no lo identificó como responsable de la situación actual.
La joven tuvo dificultades para brindar precisiones sobre lo ocurrido debido a una situación problemática que la atraviesa.
Recordó que fue su pareja quien la encontró, la asistió y llamó al sistema de emergencias para solicitar la atención médica necesaria.
Ante esta situación, el fiscal Nelson Mastorchio ha solicitado una medida de prohibición de acercamiento y la exclusión del individuo del hogar familiar para facilitar la recuperación de la mujer.
El hombre, notificado de las actuaciones y de la medida perimetral dispuesta por la Justicia, se presentó voluntariamente en la Fiscalía para cumplir con las disposiciones judiciales. El caso sigue siendo objeto de investigación para esclarecer los detalles y determinar la verdad detrás de los hechos.