Pergamino, 24 de noviembre del 2024

Lluvias más frecuentes y tropicalización del clima: qué hay detrás de la invasión de mosquitos

Estos insectos causan luego la transmisión de enfermedades como el dengue y la encefalitis equina.

Miércoles 3 de enero de 2024
Por redacción Real 365

La invasión de mosquitos que altera los ánimos en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano es un fenómeno que se extiende en buena parte de la región centro del país y que llega, incluso, hasta Uruguay. Especialistas indicaron que la mayor cantidad de lluvias producto de El Niño dejan condiciones más que favorables para el desarrollo de nuevos ejemplares, principalmente de dos vectores de enfermedades como lo son el Aedes albifasciatus (encefalitis equina del oeste) y Aedes aegypti (dengue).

Las chances de que haya más mosquitos se incrementan entre octubre y abril, pero las poblaciones aumentan en verano. “Se dan explosiones demográficas cuando se combinan períodos muy lluviosos con altas temperaturas” tal como sucede ahora, explicó a TN Guillermo Montero, investigador y entomólogo de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Estas condiciones contribuyen a que se desarrollen varias especies de mosquitos, pero particularmente son favorables para una mayor aparición de Aedes albifasciatus, conocido como mosquito de la inundación o mosquito charquero. Recibe ese nombre porque se desarrolla en sitios inundados o en charcos y que es transmisor de la encefalitis equina del oeste. Y también de Aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue.

La investigadora del Conicet Victoria Micieli dijo que estos ejemplares ponen huevos en los bordes de los charcos. Los mismos pueden quedar hasta un año en ese estado esperando una lluvia que vuelva a inundar el terreno, para eclosionar y desarrollarse.

“En charcos que se inundan con huevos enterrados, los ejemplares se convierten en adultos en 7 u 8 días. Con estas precipitaciones que se vienen dando, después de la gran sequía que hubo, eclosionaron huevos que venían enterrados de antes”, explicó Micieli, que forma parte del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Y agregó: “Hubo reiteradas lluvias que fueron generando pequeñas eclosiones de este mosquito. Esta gran invasión también se da por otras pequeñas inundaciones previas”.

Aedes más expandidos
Una característica fundamental de los Aedes, dijo la investigadora, es la capacidad que tienen los huevos para resistir sequías hasta que se den condiciones favorables para su desarrollo.

En ese marco, tanto Micieli como Montero destacaron que la tropicalización de los ambientes producto del calentamiento global hace que el Aedes aegypti tenga mayor adaptación a climas templados y se extienda su presencia en el país y, por ello, la posibilidad de que transmita el virus del dengue.

“Los períodos de grandes sequías e intensas lluvias son cada vez más frecuentes, el ecosistema se vuelve más inestable y se verifica una tropicalización de áreas templadas”, consideró Montero, para sumar que en períodos cálidos y húmedos donde también se produce el fenómeno de El Niño, como ocurre actualmente, “se espera un incremento de las poblaciones de mosquitos y, como consecuencia, una mayor incidencia de las enfermedades asociadas a los mismos”.

El Aedes aegypti encuentra en las zonas urbanas, específicamente en los bordes de recipientes, el lugar ideal para establecer sus huevos.

Por el contrario, el Aedes albifasciatus es un mosquito que se desarrolla en ambientes periurbanos y rurales, con criaderos también en las ciudades, pero que “no son grandes contribuidores” a la gran población actual, según estimó la investigadora del Conicet.

Prevención
Para evitar el desarrollo de mosquitos que transmiten dengue se deben vaciar y limpiar periódicamente recipientes que acumulen agua. En el caso del Aedes albifasciatus, depende de programas más complejos y de las intenciones de llevarlos a cabo.

Actualmente, indicó Micieli, un eventual problema de salud pública por los contagios en humanos podría poner en marcha esos programas. Las complicaciones por la presencia de este mosquito se dan en la Provincia de Buenos Aires, el Litoral y llegan hasta Uruguay.

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