El viernes el fiscal Pablo Santamarina indagó a dos mujeres, madre e hija, acusadas de perpetrar un cuantioso robo a la moradora de una vivienda tras mantenerla maniatada.
El episodio ocurrió el jueves 11 de enero en una vivienda del barrio Acevedo en horario matutino cuando la moradora se encontraba sola con una beba.
El jueves la Policía de Investigaciones allanó la vivienda de un grupo familiar del cual algunos integrantes están involucrados en un millonario robo.
Los uniformados cumplieron con las órdenes de detención del Juez de Garantías. El fiscal Pablo Santamarina requirió la detención de la joven de 28 años, la madre y el cuñado.
En los procedimientos lograron las detenciones de las dos mujeres y quedó, en calidad de prófugo, el individuo involucrado.
Para la Fiscalía 8 la mujer y los familiares organizaron el atraco para hacerlo pasar como un caso de “entradera” y reducir a la víctima.
En los análisis de los videos la instructora judicial Geraldine Casco logró reconstruir los instantes previos gracias a las imágenes de video filmaciones obtenidas por cámaras de seguridad particulares en los alrededores.
La oficial Yamila Palacios desde la Policía de Investigaciones relevó las viviendas cercanas con cámaras de video vigilancia.
Los videos han sido esclarecedores porque quedaron registrados los tres sospechosos en los alrededores hablando por teléfonos celulares.
Una filmación es determinante para poner en evidencia que la empleada doméstica de 28 años y los dos asaltantes llegando a la zona casi al mismo tiempo.
Para la mujer que estaba sola en la vivienda, junto a la hija recién nacida, fue una verdadera pesadilla y un momento horrible.
La trabajadora ingresó con las llaves de la residencia y al acceder dejó sin cerrar una puerta de rejas del frente.
Detrás suyo irrumpieron un individuo y la cómplice mujer para expresar amenazas verbales.
Bajo intimidaciones verbales, un sujeto encapuchado acompañado de una mujer, también con el rostro semi cubierto, ingresaron a la morada familiar de calle Sarmiento.
A la moradora la redujeron y la llevaron a la habitación para maniatarla violentamente e intimidarla para que no se resista al atraco.
La mujer padeció el atraco con mucha angustia ya que la dejaron privada de la libertad en el cuarto donde se encontraba descansando la beba de pocos días de vida.
Los malvivientes revisaron las instalaciones, se apoderaron de una importante cantidad de billetes en dólares que atesoraban en un mueble de la casa.
El ladrón al reducirla se apoyó sobre la mujer y le ató las muñecas provocándole lastimaduras.
De esa manera, escaparon a los pocos minutos y la dueña de casa para desatarse sufrió lastimaduras en las muñecas, según surge de las actuaciones.
La dueña de casa fue al encuentro de la empleada, quien estaba dentro de un baño muy reducido en la planta baja de la edificación familiar.
El instructor judicial Marcial Rossell al analizar la forma en la que supuestamente fue maniatada la empleada doméstica: valoró como muy endeble la cinta de bebé utilizada y la forma en la que hicieron las ataduras.
Es uno de los puntos iniciales que a la instrucción judicial la hicieron sospechar de una posible complicidad de la joven trabajadora.
La Fiscalía 8 también utilizó como argumento contra la joven de 28 años que una vez liberada no se quedó a esperar a la Policía para dar testimonio de lo ocurrido.
En esos primeros minutos de instrucción surgieron los primeros indicios y se realizaron varios allanamientos de urgencia en la residencia de la sospechosa y la madre.
En esos operativos obtuvieron un par de zapatillas del sujeto, coincidentes con las registradas por cámaras de seguridad, y teléfonos celulares.
No obstante esos indicios, el fiscal Santamarina involucró a los agentes judiciales de la UFI 8 a obtener la mayor cantidad de evidencias posibles que logren acreditar las vinculaciones de las personas sospechadas.
Los instructores judiciales Geraldine Casco y Marcial Rossell, junto a los agentes judiciales de la Fiscalía 8 y los detectives de la DDI Pergamino relevaron las redes sociales de la madre, la hija, el cuñado y otros familiares y allegados. Además, analizaron los teléfonos, los mensajes entre ellos y las ubicaciones de las antenas al momento de ocurrido el asalto.
A lo largo de estos días siguieron trabajando intensamente en el caso a pesar de los días de feria judicial que tuvo el fiscal Santamarina la semana pasada. En este sentido, el titular de la UFI 8 le requirió al fiscal subrogante Daniel Aguilar que firmara el requerimiento de allanamiento y detención de las tres personas involucradas.
El Juzgado de Garantías ordenó las detenciones y que allanaran las viviendas del trío de sospechosos para obtener evidencias.
En los operativos secuestraron equipamiento de infraestructura como juegos de baños nuevos y chapas recientemente adquiridas como elemento que a priori permitirían sospechar que podrían haber sido pagados con el dinero obtenido en el robo.
Las vinculaciones familiares y de cercanías frecuentes están probadas en las capturas de pantallas de posteos de redes sociales que han realizado los tres sospechados. Los lazos los mantuvieron para una sociedad criminal; de acuerdo al avance de la instrucción fiscal.
En la indagatoria del viernes el fiscal Pablo Santamarina les imputó los delitos de robo calificado por ser en poblado y en banda y privación ilegal de la libertad.
Son figuras penales que tienen una pena expectativa muy alta en caso de lograr una condena con esas calificaciones legales en juicio oral.
Las tres personas involucradas no tienen antecedentes penales condenatorios y los esfuerzos de la Fiscalía y de la Policía están dados en detener al cuñado de la empleada doméstica.
El expediente judicial requiere de mayor cantidad de pruebas para llevar a las tres personas a juicio oral y público en el Tribunal Oral en lo Criminal.
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