Una denuncia al número de alerta vecinal 147 disparó una serie de procedimientos municipales y policiales que pueden terminar en esclarecer episodios de abigeato ocurridos en la zona rural recientemente.
Desde la central 147 alertaron a la Dirección de Bromatología que intervino junto a la Policía del Comando de Patrulla Rural el sábado a la tarde.
Tras la intervención y la recorrida por el sector de carnicería, que los propietarios del local chino tercerizaban en otra persona, descubrieron irregularidades que forzaban la clausura de la cámara frigorífica con todos los cortes que estaban almacenados.
Así fue como colocaron fajas en la puerta, la dejaron cerrada y el martes concurrieron a tomar muestras de las distintas medias reces para cotejarlas con los ADN de animales faenados en campos de la zona.
Durante el procedimiento del fin de semana determinaron que la carne estaba almacenada con cortes irregulares y carecían de sellos frigoríficos que le dan la trazabilidad necesaria para corroborar que ha sido manipulada con los estándares de bromatología adecuados.
Lo más llamativo y el indicador que se estaría ante carne obtenida por cuatreros fue que en algunos cortes había restos de pasto.
Las autoridades bromatológicas dispusieron la clausura inmediata y el fiscal Nelson Mastorchio requirió distintas medidas de prueba para solicitar un allanamiento policial para incorporar evidencia a la instrucción judicial por los episodios de abigeato.
Así fue que hicieron el operativo en el que se desplegaron especialistas con elementos para obtener muestras, con cadena de custodia y ante testigo hábil para luego someterla a estudios comparativos de ADN.
Este cotejo científico determinará fehacientemente si la hipótesis de la Fiscalía y la Policía del CPR sobre la procedencia ilícita de los últimos hechos de cuatrerismo es posible.
Comentarios