Pergamino, 18 de octubre del 2024

Los padres de Tomás Arena transmiten un mensaje optimista tras la pérdida del niño

Maximiliano e Indira se sobreponen a la pérdida del hijo de 10 años con el espíritu alegre que les supo contagiar en su paso por el mundo y enfrentando a los desafíos que desde hace unos años le planteaba una enfermedad oncológica. Dejan un mensaje optimista de superar las adversidades y seguir adelante sin aferrarse a lo malo.

Viernes 26 de julio de 2024
Por redacción Real 365

En diez años de vida el niño Tomás Arena les dejó un gran mensaje a sus padres y al hermano para que sigan adelante tras su ausencia.

Todo el amor de los papás Maximiliano Arena e Indira Colfer el pequeño lo utilizó como energía para seguir adelante con sus actividades y disfrutar de lo que hacía feliz: juntarse siempre con los amigos del barrio, de la escuela, del club y del parque.

Hasta sus últimos días se montó a su bici BMX a practicar pruebas, participar e competencias y divertirse.

A muy temprana edad le diagnosticaron una enfermedad oncológica que lo tuvo internado y con consultas con especialistas locales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La comunidad de Pergamino conoció su caso cuando se solidarizaron con Maximiliano e Indira y participaron de colectas para que pudieran acompañarlo largos meses en el Hospital Garrahan, donde le practicaron una intervención quirúrgica de alta complejidad que no tenía antecedentes en nuestro país ni en la región y que casi no se había hecho en el mundo.

Así de único fue Tomy que logró del apoyo comunitario una prótesis para disfrutar de los juegos, la educación, los amigos y una familia maravillosa.

Cada recaída o nuevas metástasis que aparecían las fue sorteando sólo para estar nuevamente de pie, montarse a la bicicleta y divertirse haciendo piruetas.

Los padres estuvieron en todos esos momentos y lo acompañaron en las situaciones más difíciles y en sus alegrías cotidianas.

Tanto Maxi como Indira se quedaron con ese vigor que tenía y el entusiasmo con el que montaba a la bicicleta y con una sonrisa se iba a jugar con los amigos.

En estos momentos se encuentran a días y pocas horas de su partida que los tiene activos sobreponiéndose de la mejor manera y recordando en todo momento lo mejor que les ha legado: la alegría y el entusiasmo por vivir a pleno.

Los mejores recuerdos

Al día siguiente de la sepultura tuvieron la entereza de brindar una entrevista para Diario LA OPINION y agradecer a todas las personas que se acercaron a saludarlos en las salas velatorias y al momento del último adiós.

El momento de duelo lo están transitando lo mejor que pueden recordando la actitud del niño ante los desafíos que le puso cada nuevo diagnóstico médico a su corta edad.

Maximiliano Arena, el papá recuerda la actitud de Tomy ante los diferentes tratamientos de los que se sobrepuso: “lo que nos demostró, no fue una lucha, como por ahí muchos piensan, los de afuera, una lucha. Tomy no peleó contra nadie, sino que su propia fuerza de voluntad es la que lo sacó adelante en tantas trabas que él tuvo. Fue su fuerza de voluntad el que lo hizo seguir adelante para demostrarnos a todos que realmente lo bueno está por venir una vez que atravesamos cada desafío adverso. Él vino a este mundo con ese fin, de demostrarnos que cada uno tiene su fuerza y debe superarse a sí mismo”, consideró el papá.

En el complejo tratamiento oncológico sorteó grandes desafíos como la amputación de una pierna y ser el primer niño de someterse a una intervención quirúrgica de rotoplastía para injertar el pie en esa extremidad intervenida. Los padres recuerdan ese momento: “se hizo una rotoplastía, que fue así la primera en Argentina, el tercer o cuarto caso en el mundo fue que se dio. Esta cirugía iba a ser como para él tuviera una movilidad, para poder ir al baño, para poder manejarse, para ir a la escuela. A los 6 años lo operaron, siguió con el tratamiento de quimioterapia y se recuperó rápidamente ya que en un año Tomy ya andaba caminando, y después a los dos años ya andaba en la bicicleta. Los médicos allá no lo podían creer, porque era una cirugía que solamente le podía dar una mejor comodidad para él. Jamás se pensaron que Tommy iba a ser arquero de fútbol, que iba a practicar BMX. A partir de eso él se pudo poner en la prótesis. Toda la gente nos ayudó para poder tenerla. Armamos la prótesis pura y exclusivamente para él, porque con la que conseguimos una ortopedia, porque no teníamos”, rememoraron sobre el acompañamiento de la comunidad con donaciones de dinero para poder adquirir el equipamiento ortopédico.

Tomás fue a la Escuela, al Club y por la cercanía de la casa con el Parque Municipal siempre estaba cada tarde con su bicicleta en la pista de BMX practicando siempre una nueva prueba con las ruedas en el aire.

La mamá, Indira, recuerda esos momentos de la vida cotidiana en Tomy eran de disfrute pleno y al máximo. “Él vivió”, sintetizó ella sobre el hijo. “Disfrutó todos los momentos lindos con mucha alegría”.

En los últimos días una neumonía generó que tuviera que estar internado en la sala de Pediatría del Hospital San José con el médico Leo Vicente y un grupo de profesionales que participaban de un equipo de interconsulta y seguimiento permanente de su caso para asistirlo y contenerlo en cada desafío clínico que planteaba su salud.

La enfermedad avanzó a sus pulmones y un cuadro de neumonía con sus defensas bajas lo tuvieron en una situación clínica de mucha dificultad para sobreponerse.

Tomás tuvo la sabiduría de poder transmitirle a la mamá, al papá y al hermano ese mensaje de recordarlo en sus mejore momentos y no estar triste por su partida porque él la pasó bien y fue un niño feliz.

Hoy los padres comparten ese espíritu de resiliencia que los hace estar con el mejor ánimo tras la partida del niño que tanto cuidaron y acompañaron en estos diez años de vida.

No aferrarse a lo malo

Indira y Maximiliano transmiten buenas vibras y llevan un mensaje optimista que han sabido elaborar en el trato con Tomás y durante el acompañamiento en sus tratamientos.

El mensaje que intentan dejar en la comunidad es totalmente constructivo y optimista.

Ellos mismos se encargan de tomar su experiencia de vida como un aliento a superar las dificultades que plantean las cuestiones cotidianas.

Al dedicar esas palabras constructivas a la comunidad y aquellas personas que se encuentran ante una situación problemática les aconsejan “que vean realmente que se puede superar. A pesar de todas las trabas que existen. Sabemos que cada persona tiene su problema, pero que por ahí Tomy vino para dejarnos la enseñanza. Que cada uno puede superar todos los problemas. A pesar de todas las trabas que Tomás tuvo, se pudo ir superando día a día todo. No hay excusas para salir adelante. Lo que le toque a cada uno es no aferrarse a lo malo; sino salir adelante con lo que sea que se nos ponga adelante”; concluyeron los padres.

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