Los continuos episodios delictivos que sufren las instituciones deportivas barriales provocan continuas desazones en las personas que integran las comisiones directivas para brindar contención a los niños y adolescentes.
Son padres de los jugadores que concurren a los entrenamientos y participan de los partidos para realizar actividades deportivas y tener vínculos sociales en un entorno amigable.
Las historias se repiten en cada barrio donde funcionan instituciones deportivas comprometidas con el entorno; pero siempre hay seres marginales que son minoritarios y producen robos, vandalismo y daño sobre las instituciones.
Robos en el Club Hernández
Gisel Mansilla integra la nueva comisión directiva del Club Hernández desde 2020. Ella expresó el malestar de los colaboradores de la institución deportiva por los episodios sufridos últimamente.
“Anoche nos robaron 20 metros del tejido de la cancha chica del Club José Hernández. Éste fue uno de los tantos robos que el club viene sufriendo: el año pasado ya nos habían robado muchísimos elementos como, por ejemplo: muchos tramos de tejidos de la cancha chica y la grande; postes; todos los cables de electricidad y todos los accesorios del baño. Este año, con tanto esfuerzo, repusimos todo para poder participar de los torneos de la Liga de Fútbol y hasta el momento ya nos han robando tres veces seguidas los tejidos y nos rompieron los reflectores que quedaban instalados”, precisó la dirigente de Hernández.
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