El domingo a la madrugada en Florida al 1.100 la Policía de la Comisaría Primera y del Comando de Patrulla detuvieron a un árbitro de fútbol del Nacional B acusado de, presuntamente, poner una «burundanga» en la bebida de una joven para someterla en el interior de un departamento de alquiler temporal.
Es un sujeto de 43 años de edad con domicilio en Rosario y con matrícula de arbitraje de fútbol de la Liga santafesina de Alcorta.
El referí del Nacional B habría contactado a la muchacha pergaminense por redes sociales y concertaron un encuentro el sábado a la noche.
El individuo habría llevado a la chica a la residencia amueblada, presuntamente alquilada por Internet, mediante engaños.
En el interior le habría compartido un vaso de bebida con alguna sustancia que habría debilitado las capacidades de resistencia de la muchacha.
Dentro de ese departamento habría abusado sexualmente de la pergaminense y no la dejaría salir cuando reaccionó por los vejámenes sufridos.
Afortunadamente la madre pudo llamar a la Policía a través del sistema de emergencias 911 y la jefa de la Comisaría Primera, Marcela Masciotta, lideró la intervención junto a los uniformados del Comando de Patrulla.
Una vecina señaló el departamento del tercer piso como una morada de alquiler temporal con muebles que podría ser el lugar.
Así fue como llamaron a la puerta y encontraron a la jovencita y requirieron la intervención de una ambulancia para que la asista y la traslade al Hospital San José.
La muchacha confirmó que no podía salir voluntariamente ya que el sujeto se lo impediría y eso motivó la aprehensión policial del sospechoso.
El fiscal Fernando D´Elío ordenó distintas medidas periciales y la causa el lunes pasó a la órbita de la Fiscalía 3, especializada en delitos contra la integridad sexual.
La instructora judicial Valeria Schutz, desde la Fiscalía 3, avanzó en la obtención de evidencias para acreditar la denuncia de la joven.
Los familiares que concurrieron a rescatar a la muchacha brindaron sus testimonios para dar cuenta del estado en el que se encontraba la chica.
Los médicos y policías consignaron el estado de somnoliencia con el que salió la jovencita del departamento buscando ayuda y le dijo a una oficial: “me drogó y me violó”.
Más allá de las pericias de laboratorio de alcoholemia y toxicología, que aguardan los resultados en la Fiscalía 3 para agregar al expediente; surge acreditado que la muchachita se encontraba en un estado de inconciencia o semi inconciencia provocado por el imputado con tóxicos que le hizo ingerir desde la primer copa de “espumante” que le sirvió. Esa burundanga no la colocó frente a ella, cuando llegó al departamento engañada.
Luego, la victima intentó pedir ayuda con su teléfono celular, pero el agresor sexual se lo quitó y la dejó en total estado de desprotección. Aunque, un amigo a quien le alcanzó a escribir temprano, sospechó y gracias a ello -horas más tarde- pudieron dar con ayuda policial para acudir al lugar del crimen.
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