Aurelia Manuela Soler (53); Mariana Marcela Cejas (41) y Loana Prette (23) fueron las tres víctimas del incendio que comenzó cerca de la medianoche del miércoles y terminaron de apagar en las primeras horas de la madrugada del jueves.
El fuego, de grandes dimensiones, quedó circunscripto al espacio de la cocina de la dependencia y el humo tóxico se expandió a todas las instalaciones del edificio policial del barrio Centenario.
El gran riesgo lo tuvieron las tres personas que se encontraban encerradas tras las rejas y con candados en el fondo de las instalaciones.
La celeridad del accionar de un bombero logró sacarlas a tiempo para que sean atendidas por médicos tras inhalar monóxido de carbono en forma riesgosa.
Incluso una de ellas toda vía se encuentra internada en la sala de cuidados intensivos y su evolución es favorable.
El viernes cerca de las dos de la tarde una unidad especializada en investigaciones siniestrales arribó a la seccional de avenida Juan B. Justo.
Los especialistas de Policía Científica siguieron las indicaciones del secretario de la Fiscalía 1, Fernando Pertierra, para realizar las pericias correspondientes.
Además, un funcionario policial perteneciente a la Comisaría Segunda estuvo involucrado en las actuaciones para dar cuenta de las disposiciones edilicias frente al incendio que produjo muchos daños.
En forma preliminar habrían dado pantallazo del origen del foco ígneo dentro del ambiente de la cocina; el desarrollo de las llamas principales y secundarias y las marcas de hollín en las dependencias aledañas que marcaron hacia donde se expandió la gran humareda.
La hipótesis de la Fiscalía estaría presumiendo que un “accidente doméstico” habría provocado las llamas que no tardaron en expandirse.
Los uniformados llamaron a los Bomberos y los integrantes de la brigada rescatista salvaron a las tres mujeres del interior de la celda.
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