Pergamino, 25 de abril del 2024

Comunicado de las Mujeres del Bachillerato Popular La Grieta sobre la violencia de género que sufre una estudiante de la institución

El mismo fue leído en una acción realizada hoy lunes 14 de septiembre de 2020 en el Juzgado y en la Fiscalía de Pergamino.

Lunes 14 de septiembre de 2020

El 25 de diciembre del 2019 Daiana hace la denuncia. Se le toma declaración. Ahí se dispone la pericia para ella.

-En febrero del 2020  están los resultados de las pericias y se aprueba cámara gesell para sus hijes. La llevan a cabo.

-Rivero tenía una pericia psicológica y psiquiatra fijada para el 10/03 a la cual no comparece.

-El 21 de julio le informan a Daiana sobre la denegatoria de la detención solicitada por segunda vez.

-Daiana fue al hospital, a la psicóloga, al psiquiatra y a contar lo sucedido múltiples veces.

-Sigue pendiente la pericia psicológica de Rivero.

-Rivero tiene prohibición de acercamiento pero ya perdimos el número de cuántas veces incumplió.

-Según la justicia, las amenazas de Gabriel Rivero no habrían tenido entidad o sea no habrían tenido la carga suficiente de intencionalidad por el contexto de enojo en el momento de manifestar las amenazas.

-Rivero le dijo, entre otras mierdas, que iba a violar a su hija de 10 años y que a ella la iba a atar para que vea cómo la violaba. A Rivero sólo le hicieron un “llamado de atención”

-Daiana sigue recibiendo amenazas, entre ellas la de prenderle fuego la casa CON SUS HIJES ADENTRO.

¿Se agotaron de tan sólo escuchar el punteo? Daiana se cansó del paseo judicial y de la revictimización.

Salir de la comisaría con el papelerío en mano y volver a casa. ¿Y ahora? El vacío y el silencio de lo legal.

La espera de una respuesta estatal. Una banda de tiempo en el medio que no conoce de hambres ni peligros.

El después es el abismo. Podés seguir con el envión y dártela de frente al piso. O podés tender la mano hacia los costados y buscar una red de la cual agarrarte. ACÁ ESTAMOS. DAIANA NO ESTÁ SOLA.

¿Qué lugar tiene el feminismo en todo esto? Creemos que ahí, en ese espacio vacío que corta la respiración. Encontrarse en el barrio, en el Bachi, en la puerta del hospital, en un café, en una casa. El lugar es pensar y discutir por dónde caminar y sobre todo con quiénes hacerlo.

Es recorrer las instituciones con los lentes puestos e ir reconociendo aliadas en el sistema. Es abrazarnos una y otra vez para enfrentar las vueltas burocráticas que nos revictimizan. El lugar está en el enojo que se vuelve motor. Poder poner en palabras –a veces en gritos- lo que la otra no puede decir porque se siente ahogada.

No creemos poder atravesar solas las violencias de género. Lo que sí creemos es que las redes a tender no tienen fin y que cada lazo no es un nudo sino un nuevo reparo.

¿Qué es la sororidad? Tal vez sean esas ganas de abrazar a una desconocida ante la multiplicidad de violencias, sentirse familia ante el desamparo.

DAIANA NO ESTÁS SOLA.

Y A USTEDES (SEÑALANDO EL EDIFICIO), ACOSTÚMBRENSE A NUESTRAS CARAS PORQUE VAMOS A ESTAR EXIGIENDO HASTA QUE SE HAGA JUSTICIA.

 

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