Las elecciones de este domingo marcarán un verdadero punto de inflexión en el Congreso de la Nación. Todas las proyecciones -basadas en los resultados de las PASO y en las últimas encuestas- anticipan que la dinámica política cambiará por completo tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados debido a la fragmentación política y la ausencia de mayorías automáticas.
Los legisladores libertarios, encolumnados detrás de Javier Milei, tendrán un rol protagónico incluso si el economista no resulta electo presidente. Si se repiten los resultados de las PASO, donde La Libertad Avanza (LLA) obtuvo el 30% de los votos, el bloque libertario tendrá 41 bancas en Diputados y 8 en el Senado. Sin embargo, algunos sondeos ubican a Milei por encima de los 40 puntos, ganando en primera vuelta, por lo que ambas bancadas podrían ser aún más numerosas.
En Diputados, Unión por la Patria (UxC) debe renovar 68 de sus 118 escaños. Si el oficialismo no mejora el resultado de las primarias, su bancada se verá fuertemente reducida a alrededor de 95 escaños, por lo que además dejaría de ser la primera minoría. Si bien Juntos por el Cambio también perdería representación, quedaría en mejor posición relativa ya que pasaría de 117 a 108 bancas.
El quórum necesario para abrir una sesión es de 129 diputados, lo que en la práctica significa que cualquiera de los tres espacios mayoritarios que quiera tratar un proyecto de ley estará obligado a negociar.
Durante los últimos dos años, los interbloques Federal y Provincias Unidas desempeñaron el rol de “árbitro” ya que podían inclinar la balanza tanto en favor del oficialismo (por ejemplo, con la eliminación de Ganancias) como de la oposición (Boleta Única o Alquileres). Si bien no perderán muchas bancas, a partir del 10 de diciembre ya no alcanzará con su docena de votos para llegar al quórum. Entonces, La Libertad Avanza podría convertirse en el nuevo garante de la mayoría.
De hecho, Patricia Bullrich ya dijo expresamente que buscará negociar con ellos si llega a la presidencia. Ambas bancadas juntas (JxC y libertarios) podrían alcanzar el quórum sin problemas, y sin necesidad de consensuar con otros bloques menores. Aunque esto también significa que los libertarios tendrán mucha influencia y podrán “torcer hacia la derecha” las iniciativas que consideren demasiado moderadas.
Por su lado, Milei enfrentará una situación más compleja si llega a la Casa Rosada ya que incluso con una victoria en primera vuelta los libertarios quedarían muy lejos del quórum: solo un acuerdo con amplios sectores del PRO y la UCR, a los que suelen denominar “la casta”, le permitiría avanzar con su agenda de reformas económicas. En ese contexto, el rol de Mauricio Macri podría ser determinante. El ex presidenta ya dijo que espera que su coalición apoye “cualquier reforma razonable” y dejó abierta la posibilidad de una fractura en el interbloque opositor. No obstante, en las filas de LLA tampoco descartan un escenario en el cual puedan sumar voluntades dentro del peronismo no kirchnerista, específicamente a través de los gobernadores. “Neomenemismo”, sintetizó un operador radical.
Sin un acuerdo con parte de JxC o del peronismo, el riesgo latente sería un conflicto institucional ya que MIlei se vería obligado a gobernar por decreto. Pero hay materias sobre las que no se pueden firmar decretos y además el Congreso puede derogarlos si tiene mayoría en ambas cámaras (algo que el peronismo, el radicalismo y el PRO podrían alcanzar si se aglutinan en contra de los libertarios).
Probablemente quien encuentre mayores dificultades para avanzar con su agenda legislativa si gana este domingo será Sergio Massa. Para no perder bancas, el candidato de UxP debería llegar al 45% de los votos. Pero este escenario no está contemplado en ninguna encuesta.
Hasta el momento, incluso si logra entrar al balotaje, el oficialismo se encamina a perder bancas. Por lo que una alianza en su contra de los libertarios y JxC dejaría la Cámara de Diputados prácticamente bloqueada: no podrá sacar ninguna ley sin consenso opositor y no logrará llegar al quórum ni siquiera con ayuda de la izquierda y los bloques provinciales.
Massa necesitará captar votos de los sectores moderados de Juntos por el Cambio y en ese contexto se entienden sus reiterados llamados a conformar un futuro gobierno de “unidad nacional”.
El panorama político también cambiará en el Senado, donde durante los últimos años el kirchnerismo pudo alcanzar la mayoría gracias a los bloques provinciales en casi todos los proyectos que consideraba importantes (la aprobación del pliego de la ex jueza Ana María Figueroa fue una de las excepciones más resonantes).
En las PASO Milei se impuso en tres de las ocho provincias donde se eligen representantes a la Cámara alta y salió segundo en otras dos. Por el efecto “arrastre” de su boleta, los candidatos a senadores de La Libertad Avanza ganaron en Jujuy, La Rioja y San Luis, y salieron segundos en Formosa y San Juan, desplazando a Juntos por el Cambio. Cada provincia pone en juego tres escaños y se dividen de la siguiente manera: dos para la fuerza más votada y uno para la segunda.
Si se repiten los resultados de las PASO, Milei tendrá 8 senadores propios, Unión por la Patria retendrá 31 bancas, Juntos por el Cambio caerá a 27, los “provinciales” y Unidad Federal (una fractura del bloque oficialista) tendrán 3 cada uno.
Unión Federal, la escisión del peronismo disidente, tendría tres bancas a partir de diciembre ya que terminan su mandato dos integrantes. El Frente Renovador de la Concordia de Misiones conservaría las dos que pone en competencia. En tanto, Juntos Somos Río Negro conservaría la que hoy ocupa de Alberto Weretilneck, quien sería reemplazado a partir del 10 de diciembre por Mónica Silva para completar su mandato hasta 2025, ya que fue electo gobernador.
Dado que el quórum es de 37 senadores, Unión por la Patria podría abrir las sesiones si alcanza un acuerdo con los senadores “provinciales” y con sus ex compañeros de Unidad Federal. Por su parte, Juntos por el Cambio deberá sumar si o si a los libertarios ya que únicamente con los “provinciales” no alcanzará el umbral mínimo. Y esa misma limitación enfrentaría LLA: también deberá negociar a dos bandas con JxC y con los “provinciales”.
En un contexto de total incertidumbre por la gran cantidad de votantes indecisos y las dificultades que mostraron los encuestadores para reflejar fielmente el sentir popular, los resultados todavía podrían deparar sorpresas y las relaciones de fuerza dentro del Congreso terminarán de configurarse con el escrutinio definitivo.
De Infobae
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