Real 365

En una jornada que debería haber estado marcada por la devoción y la espiritualidad en la Capilla Santa Inés, la comunidad se ve envuelta en la preocupación de una lectora que acercó una reflexión sobre el uso del templo católico para la celebración de un evento social que ha generado controversia en la localidad.
El pasado 20 de enero, la Capilla Santa Inés fue el escenario de la celebración de la Virgen de Urkupiña, un evento que, según testimonios, se extendió hasta las primeras horas del 21 de enero. La comunidad boliviana de Pergamino se congregó en el templo para conmemorar esta festividad, pero la forma en que se llevó a cabo ha generado inquietudes.
La lectora, que prefirió mantenerse en el anonimato, expresó su preocupación por el hecho de que la capilla, un lugar destinado a la oración y la paz, se haya convertido en un espacio más parecido a una quinta alquilada para una fiesta privada. Se destaca el elevado volumen de sonido y el evidente consumo excesivo de alcohol, lo cual ha generado un fuerte contraste con la atmósfera serena que caracterizaba a la Capilla Santa Inés.
«Capilla Santa Inés, ¿en qué te han convertido?» cuestionó la lectora en su reflexión. Si bien se reconoce y agradece la apertura del templo a otras culturas y la colaboración de la comunidad boliviana, la preocupación radica en el posible desvío de la esencia espiritual que siempre ha caracterizado a este lugar.
La lectora plantea la pregunta de si se está normalizando celebrar a los santos de una manera que podría considerarse alejada de la solemnidad que históricamente ha acompañado a este tipo de eventos religiosos.
Ante estas inquietudes, se espera que la comunidad reflexione sobre el equilibrio entre la apertura a otras culturas y la preservación del carácter sagrado de espacios como la Capilla Santa Inés. Además, se aguarda una respuesta por parte de las autoridades eclesiásticas locales sobre el uso del templo en eventos de esta índole.