En los últimos días, se ha registrado un notable incremento en los robos a vehículos estacionados en la zona céntrica y distintos barrios de Pergamino. Este sábado, un joven emprendedor de Arrecifes fue víctima de uno de estos episodios delictivos en inmediaciones de Moreno y Avenida de Mayo.
El incidente ocurrió alrededor de las 18:00 horas cuando el joven dejó su automóvil, un Peugeot 206 de color gris, estacionado en Moreno al 400.
Al regresar, se encontró con una escena desalentadora: los vidrios del lateral derecho y el parabrisas estaban rotos.
Tras revisar su vehículo, constató la sustracción de 100 mil pesos en efectivo (repartidos en billetes de $2.000, $1.000 y $500), junto con diversos objetos personales y comerciales.
Entre los artículos robados se encontraban una mochila negra con varias divisiones, dos bolsos de color azul, una máquina de afeitar Philips, una máquina de afeitar, varios accesorios de uso personal (cepillo de dientes, cortaúñas, cepillo, tres perfumes), un neceser rosa con flores conteniendo cosméticos, una bolsa blanca de friselina, un cargador de iPhone blanco y un par de lentes Huawei negros.
El joven emprendedor, que ha solicitado no ser identificado, compartió su experiencia y el impacto emocional y económico del robo: “Soy comerciante de Arrecifes. Hace tres meses que me vine a apostar acá a Pergamino con un emprendimiento comercial que puse con todo el esfuerzo del mundo. Vengo todos los días viajando cincuenta kilómetros de ida y vuelta y atendiendo los locales que tengo en las dos ciudades.
El robo y el daño en el vehículo me provocó grandes perjuicios en lo económico y en lo anímico porque estas cuestiones te llevan a pensar en bajar los brazos. De todas maneras, lo tomo como un desafío para salir adelante luchando contra las adversidades del contexto económico que no es el más favorable para los emprendedores y lo que genera la delincuencia”.
Este aumento en la modalidad delictiva de romper vidrios de vehículos, para robar en el interior del habitáculo, ha generado preocupación entre los residentes y comerciantes de Pergamino.
Las víctimas de estos tipos de ilícitos no sólo padecen las pérdidas por las pertenencias que le roban; sino que -además- deben lidiar con el trastorno de llevar el automóvil a reparar, adquirir repuestos y esperar la disponibilidad que lo dejen en condiciones con celeridad.
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