Cristian Ezequiel Córdoba (28), de Gálvez al 1.800 -Pergamino-, es el joven fallecido por el luctuoso episodio que investiga la fiscal Patricia Fernández.
Para la instrucción judicial de la Fiscalía 6 se trataría de un suicidio en un noventa y cinco por ciento de las probabilidades y sólo resta el resultado de dermotest realizado a la moradora de la casa de Rancagua donde ocurrió el episodio.
Los relatos de testigos, la lesión en la sien y los distintos elementos recolectados por la Policía en la escena del suceso dan cuenta de un atentado de la víctima contra si mismo.
Tal como surge de las actuaciones a las tres de la madrugada Miriam López convocó a la Policía de Rancagua para que concurran a la casa de la esquina de Grigera y Santoro de la localidad.
Al llegar los uniformados les relató que su amigo Cristian Ezequiel Córdoba había concurrido y tras una conversación: atentó contra su vida con un arma de fuego que llevaba consigo.
Los efectivos lo encontraron desvanecidos y con tenues signos vitales y por ese motivo convocaron a una ambulancia para que lo traslade al Hospital San José.
Minutos después el joven perdió la vida mientras estaba en el centro de salud atendido por los médicos que se esforzaron por salvarle la vida sin lograrlo.
La Policía secuestró un revólver calibre 32 LG marca Tanque con cinco proyectiles TMC intactos y una vaina servida en la recámara.
De acuerdo a los trascendidos de gente de la localidad: las personas de esa residencia recientemente se han afincado en Rancagua.
Tal como dieron a conocer vecinos, nadie tiene mayores referencias de los moradores porque desde hace poco tiempo han instalado un almacén para afincarse en el pueblo.
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