Por Alfonso Godoy
“Yo filmé, pero no abusé”, expresó el joven acusado de participar de los abusos sexuales en mandada denunciado por una adolescente de 16 años, entre sus últimas palabras a los doce ciudadanos que integran el jurado popular que el viernes debe dar un veredicto sobre su culpabilidad o no culpabilidad en el episodio.
El jueves la Fiscalía y la defensa del imputado acabaron de presentar toda la prueba del caso con las declaraciones de la perito médica de Policía y el encargado de la asesoría pericial tecnológica de la Fiscalía.
Luego de la comparencia de los especialistas el imputado pidió declarar y se sometió al interrogatorio de los fiscales Pablo Santamarina y Daniel Aguilar y su abogada defensora, Laura Abal.
En su propio relato el joven de 22 años se ubicó en el lugar de los episodios pero se consideró un testigo y no uno de los imputados del caso.
Reconoció haber estado dentro del baño y que su rol fue el de registrar videos de lo ocurrido con un teléfono celular como una “travesura juvenil”.
Agregó que lo que hicieron fue propio de los errores juveniles sin conciencia en el perjuicio a la víctima y mostró arrepentimiento de lo sucedido.
La Fiscalía llamó la atención en medio de su testimonio cuestionando los motivos por los cuales no detuvo lo que estaba ocurriendo al determinar que el padecimiento de la víctima era injusto.
Durante su declaración hubo quiebres emocionales del imputado principalmente al reconstruir su vida truncada por este proceso judicial que en su caso consideró injusto porque no perpetró el abuso.
El episodio ocurrió cuando tenía 18 años y desde el primer momento se sometió a los requerimientos de la Justicia para colaborar con la instrucción de la Fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil; según manifestó.
Perito médica
La perito médica de la unidad forense de Policía dio su testimonio y ratificó que la joven fue atendida un mes después del episodio de abuso y todavía tenía lesiones compatibles con abusos sexuales.
Especialista en teconología
El perito de tecnología de la Fiscalía dio cuenta de como obtuvieron las evidencias de los teléfonos celulares secuestrados durante la instrucción judicial para utilizar como pruebas en el juicio.
Así fue como en el debate oral para los integrantes del jurado exhibieron los videos de los abusos filmados por distintos dispositivos; los audios que se enviaron los integrantes del grupo de amigo donde siguieron relatando lo ocurrido y los distintos mensajes que se escribieron.
Cada uno de los que intervinieron en el chat están identificados en la causa y los distintos contenidos sirven como indicios para sostener la participación atribuida por la fiscalía en el caso denunciado por la adolescente.
Revictimización de la joven
La joven víctima de los abusos es la segunda vez que comparece en un debate oral y ha presenciado todas las jornadas del juicio por jurado junto a sus padres y cada día revive lo padecido.
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