Pergamino, 24 de noviembre del 2024

El juicio tiene una sólida acusación penal contra Sánchez por el doble homicidio

Jueves 7 de marzo de 2024
Por redacción Real 365

En los primeros tres días de debate oral la Fiscalía, junto a los abogados querellantes, han logrado consolidar una sólida acusación contra Norberto Gabriel “Sátiro” Sánchez por el doble homicidio de Agustín Plencovich y Luis Ferrari.
Las primeras jornadas de debate, desde el lunes al miércoles han comparecido testigos y peritos que ayudaron a consolidar la imputación penal que le permiten al jurado popular, de doce ciudadanos hombres y mujeres, tener las pruebas necesarias para reconstruir el episodio.
Las personas que han declarado son familiares, vecinos, empleados, policías, bomberos, médicos y peritos que han intervenido directamente en el caso y la mayoría participaron del episodio por distintas circunstancias.
La Fiscalía tiene en la sala de audiencias una línea de tiempo que va desde las tres hasta las cuatro de la tarde de ese sangriento lunes 14 de marzo de 2022.
La hoja en blanco ha sido colocada sobre un pizarrón y cada uno de los testigos ha aportado datos de horarios a partir de los registros de llamadas telefónicas de celulares de testigos y de las actuaciones de Bomberos Voluntarios de El Socorro.
El miércoles Andrea Iglesias, la esposa de Luis Ferrari, es la principal testigo con la evidencia del horario en qué la llamó su marido para decirle que estaba en peligro y que llamara a la Policía y a los Bomberos porque ocurrió un accidente en el campo de Sánchez.
A las 15:02 Luis Ferrari llamó desde un lote de soja y en tono bajo y con la voz entrecortada y casi irreconocible para su esposa.
Le indicó que llamara al productor tambero Gabriel Piaggio, residente en General Gelly (cerca de donde ocurrió el episodio), para que llame a una ambulancia porque había una persona herida.
La mujer entró en pánico porque no le atendían el teléfono y volvió a comunicarse con el esposo. Ferrari le dio otra indicación en esa comunicación. Le dijo que llamara a “Magui”, la novia de Agustín Plencovich, para que ella se contactara con Bomberos y Policía.
Esas llamadas desencadenaron las intervenciones de la Policía de Seguridad Vial El Socorro y los Bomberos Voluntarios de esa localidad.
Fueron los primeros en llegar a la escena del doble homicidio, el predio rural, de explotación mixta, de Sánchez.
El oficial de la “Caminera” El Socorro, Emanuel Youcef, y los integrantes de la dotación bomberil, Ángel Sebastián González y Rita Anabela Fernández encontraron la tranquera cerrada.
El efectivo policial toma la decisión de acceder a la finca porque podría haber personas en peligro ante un supuesto incidente de magnitud; según los reportes preliminares.
En el casco de la chacra estaba Norberto Gabriel “Sátiro” Sánchez muy conmocionado que le dijo al Policía que había matado a dos personas. “Eran ellos o yo” repetía como un disco rayado; de acuerdo al relato de la bombera que se encargó de asistirlo y comprobar que clínicamente estuviera bien.
Sánchez le indicó al oficial Youcef la camioneta Renault Alaskan donde estaban en el interior los dos fallecidos. El uniformado comprobó el fallecimiento de ambos y mantuvo preservada la escena del crimen.
El jefe a cargo del Destacamento Vial El Socorro, Lucas Mantegazza, fue quien recibió la llamada del propio Sánchez sobre los homicidios. Este efectivo se trasladó al campo, donde su subalterno ya mantenía la escena del crimen cuidada hasta el arribo de los jefes; la Policía de la jurisdicción y la Fiscalía.
La comunicación de Ferrari con la esposa generó que al lugar concurrieran, en pocos minutos: Magdalena Montebro junto al empleado Carlos Acevedo, quien trabajaba con Plencovich en la planta de silos de barrio Otero.
También concurrió el productor lechero Gabriel Piaggio, quien fue alertado por la esposa de Ferrari que se quedara en la tranquera esperando al hijo porque había salido con un arma cargada en el auto con las intenciones de rescatar a su padre.
Todo eso ocurrió antes de las cuatro de la tarde; según los relatos de las personas involucradas que fueron cotejados por los registros de los teléfonos celulares.
Para el bloque acusador, conformado por los fiscales de juicio Pablo Santamarina y Francisco Furnari, y los abogados querellantes de las familias de las víctimas, Aquilino Giacomelli y Fabián Vizcaíno González, el arribo de Agustín Plencovich y Luis Ferrari fueron antes de las tres de la tarde.
En los instantes posteriores al arribo de ambos, estando frente al propietario y acusado de los crímenes, les dispararon a los dos con un pistolón o una escopeta calibre catorce, de cual sólo quedaron cartuchos y el arma desapareció de la escena del crimen.
Fueron dos disparos que a Agustín Plencovich lo hirieron letalmente y a Luis Ferrari le provocaron lesiones superficiales.
El arma de fuego utilizada fue de doble caño que requirió ser recargada o habría fallado el funcionamiento. Eso le permitió a Plencovich subir a la camioneta, pero la sobrevida que tuvo fueron de pocos segundos. Hizo marcha atrás, chocó contra un fardo de alfalfa y quedó en ese lugar.
Ferrari escapó corriendo hacia un lote lindero con cultivo de soja en un espacio de doscientas hectáreas.
Estando alejado del casco del campo del atacante hizo la llamada a la esposa y a otros contactos para que alerten a las autoridades y envíen personal que brinde asistencia médica e intervención policial ante un episodio anómalo.
En los alegatos iniciales el fiscal Furnari denominó una cacería humana la de “Sátiro” Sánchez porque se desplazó empuñando una escopeta calibre dieciséis a lo largo de varios kilómetros entre las plantas de soja muy tupidas por la época del año.
Al “cazador” le llevó varios minutos descubrirlo en el escondite, reducirlo -apuntándole con el arma- y trasladarlo nuevamente hasta el casco del campo. Frente a la puerta delantera derecha de la pick up Renault Alaskan disparó dos veces seguidas los cartuchos de la escopeta calibre dieciséis que impactaron en el rostro de Ferrari y le provocó la muerte en forma inmediata.
El médico Walter Rodríguez afirmó que las lesiones de ambas víctimas determinan que a Plencovich le dispararon de una distancia media (no muy alejada) y a Ferrari desde corta distancia, al punto que uno de los tacos de los cartuchos quedó en su organismo (el otro en el espacio del conductor).
La acusación sostiene que Sánchez estaba obligando a Ferrari a ascender al habitáculo del vehículo porque la puerta estaba abierta y le disparó estando víctima y victimario parados afuera de la unidad.
Luego, subió el cuerpo sin vida de Ferrari al asiento del acompañante, pasó a Plencovich a la parte trasera y habría intentado poner en marcha el vehículo sin lograrlo. El sistema moderno de ignición de los vehículos con caja automática era desconocido para Sánchez.
Finalmente a la escena del crimen llegaron los peritos balísticos, planimétricos y el médico Ramiro Urbaneja.
Junto al Policía Juan Alberto Villacorta, encargado de la pericia de secuencia fáctica, dieron un pormenorizado detalle de lo ocurrido a partir de la evidencia hallada en el lugar.

Testigos de la defensa de Sánchez

El jueves será el turno en el que pasen al estrado, de la sala de audiencias del Tribunal oral en lo Criminal, los testigos propuestos por el abogado defensor, Néstor Líber Álvarez.
En este sentido, la estrategia de defensa de Sánchez, introdujo una secuencia espacio temporal que no coincide con los registros de la instrucción judicial desarrollada en la UFI 6 por la fiscal Patricia Fernández e Ignacio Bo.
En su declaración, Sánchez, aludió haberse levantado de una siesta alrededor de las tres y media de la tarde sobresaltado por disparos de los dos visitantes.
Los dichos de Sánchez atribuyen una intimidación previa de Ferrari y Plencovich que generaron una “legítima defensa”.
Se espera que los testimonios propuestos por el abogado defensor puedan sostener esta figura que hasta el momento sólo se habría configurado en los dichos del imputado; quien puede mentir en su favor sin que ello le genere consecuencias legales.

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