De acuerdo a la declaración espontánea de una mujer de 49 años, el hijo estaría circulando en el auto cuando perdió el control para caer en la barranca hasta hundirse en el hilo de agua.
Aparentemente no habría podido controlar el auto que cayó en el espejo de agua del barrio José Hernández.
El conductor de la unidad despistada pudo salir por sus propios medios y volvió a la costa sin sufrir lesiones.
El desagüe urbano por las precipitaciones de la madrugada y la madrugada habrían formado una gran correntada que provocó que arrastrara el vehículo hasta quedar atascado en el puente de Pedro Torres y Colodrero.
Al lugar concurrieron los integrantes de una dotación de Bomberos Voluntarios de Pergamino. Los integrantes de la brigada de cuerdas descendieron para comprobar que no hubiera personas en riesgo.
La propietaria declaró que el hijo le había informado el despiste y que se encontraba ileso. La mujer se contactó con el seguro para que lo removieran con una grúa.
Defensa Civil intervino para amarrar el automóvil despistado en el Chú Chú y sacarlo con la grúa.
El viernes a la tarde el director de Defensa Civil, José María Mollo, encabezó la intervención para amarrar el automóvil hundido en el arroyo Chú Chú y quitarlo del cauce de agua con una grúa.
La municipalidad, a través del servicio de atención vecinal 147 convocó a un servicio de grúa, pero era necesario personal que asumiera el riesgo de sumergirse en el cauce de agua e instalara las lingas para que elevaran el vehículo.
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