Pergamino, 25 de abril del 2024

“Estoy viva de milagro; podría haber pasado cualquier cosa y estar ahora en el cementerio”

La psicóloga Febea Rost sufrió un violento asalto cuando la redujeron tres sujetos en el interior de la casa del barrio Luar Kayad y le hicieron mecanismos similares a la tortura para despojarla de dinero y pertenencias.

Domingo 26 de febrero de 2023

Tres sujetos aguardaron escondidos en el jardín de una vivienda de Piacenza y Anémona hasta el arribo de la propietaria para asaltarla y robarle las pertenencias tras torturarla en el interior de la morada.

La psicóloga Febea Rost decidió visibilizar el gravísimo episodio sufrido al llegar a su casa el jueves a la noche en el barrio Lugar Kayad.

“Lo que pasó fue horrible porque me tuvieron una hora y cincuenta minutos atadas de pies y manos y la cabeza tapada con sábanas y un acolchado. Me desvalijaron la casa, me dieron vuelta todo.

Me robaron la plata que guardaba en la cartera. Era dinero que necesitaba para participar de un evento deportivo. Escaparon en el auto y me despojaron de dinero que atesoraba en el vehículo. Los ladrones me hicieron sumergir los pies en un balde y me pasaron un cable pelado amenazando con darme una descarga eléctrica. Son unos hijos de puta que me despojaron de los ahorros de los últimos años de mí vida. Me frustraron un viaje. No importa porque estoy viva”, relató a sus vecinos.

La mujer de sesenta años vivió un momento de extrema gravedad dónde temió por su vida.

En audios que compartió con sus vecinos en el grupo de WhatsApp detalló el asalto ocurrido.

“Cuando me redujeron lo único que pensé es que todo pase rápido, que no me lastimen y que se vaya con lo que se tengan que ir. Por ese motivo tomé la decisión de ser sumisa con los ladrones. Me decían que me sentará y me sentaba. Me exigían que me parara y me ponía de pie. Me pegaron patadas o cosas inadecuadas y me quedaba quieta sin gritar ni quejarme para no contrariarlos.

Estoy durmiendo en la casa de un vecino porque no me atrevo a quedarme sola. Estoy viva de milagro; podría haber pasado cualquier cosa y estar ahora en el cementerio”.

Ella ha brindado detalles reveladores porque en el grupo de WhatsApp el encargado de la garita había advertido a los vecinos sobre la presencia de un auto merodeando en forma sospechosa antes que ocurriera el episodio. “A lo mejor si yo estaba en el grupo le hubiera pedido que me acompañará a ingresar a mí casa”, expresó lamentándose de no haber integrado el grupo vecinal del que ahora participa.

Real365

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