De eso y muchas cosas más hablará esta obra que tiene la novedad de ser una historia con distintos momentos de la vida de un actor que asiste a un homenaje, justo el día en que se declara la pandemia y la gente se recluye en su casa por orden preventiva del Gobierno, así que está solo en la sala en que iba a ser agasajado. El actor al que nos referimos es, en la obra, Beto y la sangre que corre por sus venas es la de nuestro actor Jorge Sharry
Nos dicen que “no ha sido fácil” elaborar la puesta en escena y dirección, porque los momentos que se trabajan, si bien pertenecen a la memoria del actor protagónico, también han sido vividos, desde otro lugar, pero con el mismo amor, por su hija que, en este caso, es quien realizo la dramaturgia, la puesta en escena y dirige, no poca cosa por cierto
En la obra se reflejan distintos momentos de los años ’70 (y antes también): la Escuela de Teatro, la primaria; la secundaria en el recordado Colegio Nacional; los primeros amores y algunos más, la presencia de la madre, la ausencia de la madre y del padre en el final de sus vidas; su cotidianeidad; el radioteatro; el nacimiento de la hija y ese viaje que debe hacer hasta tocar un pasado que lo acobija y angustia.
Integran el equipo de trabajo, la actriz María Petinari que protagoniza junto a Sharry; la asistencia de dirección y diseño del sonido es de Lucho Conti; el piano distinguido de Mariano Abrate en su versión de los temas que señalaron la vida de Beto; la coreografía de Daiana Duhau en su retorno a Pergamino; las fotos y los videos de Verónica González; las luces de Rafa Troncaro en manos de Enzo Duarte y la producción de “Luciérnaga Producciones” a cargo de Javier Ferretti
Las entradas son numeradas y ya están en venta en Espacio GAE. Pueden pedirse al teléfono 2477 508104, en donde se pueden comprar por transferencia -sin moverse de su casa- (no se hacen reservas), tal como lo indicará la encargada de boletería, que también las vende, personalmente, en la sala (Guido y Siria).
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