Martín Lousteau y Facundo Manes encabezaron este miércoles una charla en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, donde repasaron la situación actual del país y los proyectos que comparten para transformarlo. El economista y el neurólogo son los candidatos del radicalismo que se encaminan para la pelea porteña y nacional, respectivamente, para las próximas elecciones del 2023. En la exposición, coincidieron en “pelear contra el status quo”, superar la grieta y convocaron a la ciudadanía a “involucrarse en la lucha” del nuevo paradigma que vive Argentina.
El encuentro se dio en el marco de una charla que reunió a unos dos mil jóvenes bajo el título “Las universidades como motor para el desarrollo del país”, que se realizó en el Aula Magna. El encargado de referirse a la interna que vive Juntos por el Cambio y las estrategias para el 2023 fue Manes, quien aprovechó para recordar que durante su campaña de las elecciones legislativas del 2021 se “enfrentó” al “poder territorial del PRO, el poder empresarial y al poder mediático”.
“Con todo en contra, con 20 días de campaña y un sueño, sacamos más de un millón de votos y la UCR de la Provincia se puso de pie. Y es el partido radical que va a buscar el poder el año que viene en la mayoría de las categorías. Ha vuelto el radicalismo de la provincia de Buenos Aires y el radicalismo va a liderar la coalición de Juntos por el Cambio el año que viene”, expresó el neurólogo en un discurso enardecido.
Durante su exposición, Manes explicó “Argentina no va a salir adelante con las mismas prácticas de siempre. Lo primero que necesitamos es que más gente de nuevas generaciones que no está contaminada con las viejas prácticas se involucren. Lo segundo que necesitamos es animarnos a pensar distinto y desafiar a todos los que dicen que la salida es Ezeiza, por eso estamos acá, porque ese nuevo rumbo va a salir de las universidades y de los estudiantes, que fueron, son y serán el alma revolucionaria de los pueblos”.
“Los países que son potencias en el mundo no invierten en ciencia y tecnología porque les sobra el dinero y el tiempo, ni por tradición o cultura. Lo hacen para ser desarrollados, para sostener sus niveles de bienestar y para ser más igualitarios, eso es justicia social. La educación es, al fin de cuenta, nuestra autoestima. El arma más poderosa que tenemos para no resignarnos. No resignarnos a la pobreza, no resignarnos a la corrupción, no resignarnos a la falta de oportunidades”, agregó Manes.
En referencia a Lousteau, aclaró que ambos piensan que “la economía tiene que crecer y desarrollarse” y, según expresó, el objetivo es “pelear contra el status quo”. De hecho, el diputado nacional aprovechó para volver enviar un mensaje a la interna que vive Juntos por el Cambio: “Es más fácil ganar una elección apelando al tribalismo, al populismo y a los extremos”.
A su turno, Lousteau hizo hincapié en una de sus batallas sobre los privilegios que hay en el Estado y llamó a “pelear contra eso y con coraje, porque esos privilegios retroalimentan el mal gasto. Hay que emprender colectivamente para enfrentar con coraje el statu quo”.
“En los últimos 30 años el gasto por habitante se multiplicó por dos veces y medio. Deberíamos recibir mejores servicios de salud, educación y seguridad y eso no pasa. Hemos perdido el concepto de lo que es prioritario y cómo gestionarlo. Hay gasto público por todos lados que no le rinde al ciudadano. Tenemos un Estado que perdió el foco de cómo debe funcionar. La batalla de esta generación es tener el coraje para volver a hacer un estado al servicio de los ciudadanos”, agregó.
Además, el postulante para la Jefatura de Gobierno porteño dijo: “Si hubiéramos crecido como el resto de los países de la región tendríamos el 10% de pobreza y no los índices que tenemos”. Y agregó: “La batalla de esta generación es volver a hacer un Estado al servicio de los ciudadanos”.
“Estamos cerca del aniversario del alfonsinazo en Ferro, imagínense ese momento y la calamidad que se vivía y ahí hubo un animarse de Alfonsín”, continuó Lousteau y añadió: “Tenemos que inspirarnos en Alfonsín y en su coraje, dónde el movimiento estudiantil también mostraba ese coraje de enfrentar a la dictadura”.
“Hay que perder el miedo a la crítica, propia y ajena. Hay que terminar con una dirigencia temerosa que, para tomar decisiones, o para avanzar con sus ideas, primero le pregunta a la gente que es lo que la gente quiere. Nuestros próceres no le preguntaban a la gente qué tenían que hacer. Avanzaban de manera firme y con un rumbo claro en línea con lo que ellos creían era el sendero más adecuado para el futuro de la sociedad”, concluyó.
De Infobae
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