“Dame un abrazo fuerte porque este tipo me va a matar”, le dijo Yamila García a la vecina horas antes de ser hallada sin vida en la vivienda familiar de barrio Jorge Newbery el lunes a la noche.
La víctima estaba padeciendo un espiral de violencia por parte de su pareja, José Antonio Cardozo, y presentía que todo podría terminar de la peor manera.
Si bien ni ella ni la amiga dimensionaron que esas palabras fueran ciertas porque cada una siguió con sus festejos de fin de año pensando que 2024 todo sería mejor.
Era la previa de la cena del 31 de diciembre y Yamile fue a buscar dos sidras que había dejado a enfriar y llevar a la mesa familiar.
Los vecinos escucharon por días enteros los gritos, los llantos y lamentos por los golpes físico y el hostigamiento verbal del sujeto a la mujer.
Durante la mañana y la tarde del lunes 1 de enero las agresiones se reiteraron como en las jornadas anteriores y terminó de la peor manera.
El marido llamó al servicio de emergencias y pidió que asistieran a Yamila que habría atentado contra si misma; según sus dichos.
Los vecinos rápidamente se enteraron que el hombre intentaba hacer pasar como suicidio lo que para todos fue un femicidio.
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