Al undécimo día, la historia dio un vuelco. Lionel Messi continuará en el Barcelona. Así lo pudo confirmar Clarín a través de dos fuentes cercanas a la la familia del rosarino. La negociación entre el futbolista y el club se empantanó tanto que el entorno del jugador llegó a la conclusión de aceptar el mal menor: se quedará cumpliendo su contrato hasta junio de 2021. Así evitará conflictos legales tanto el propio Messi como el club que quisiera contratarlo, con el que podrá negociar sin ataduras legales a partir de enero próximo.
¿Qué hay detrás de este cambio abrupto en el final de la película?
La historia que encontró su clímax el martes 25 de agosto cuando el mundo empezó a repetir la palabra burofax y la sorpresiva decisión del crack argentino rebotó por todas las latitudes, dio un vuelco cuando quedaron cara a cara Jorge Messi, el padre y representante del jugador, con Jose Maria Bartomeu, presidente del club.
Un detalle para nada menor: del cónclave participaron también los asesores legales de cada una de las partes.
En las oficinas del Camp Nou y durante una hora y media de charla cordial quedó claro una cosa: tanto el jugador como el club mantenían sus posturas y pensaban ir hasta las últimas consecuencias.
Mientras la institución afirmaba que la única chance de permitir la salida de su capitán era si él pagaba la cláusula de rescisión de 700 millones de euros, del otro lado amenazaban con activar la otra clásula (la que lo habilitaba a quedar libre al finalizar la temporada) pero enseguida aclaraban que preferían negociar una transferencia.
Allí está el nudo de la cuestión. Más allá del fastidio de Messi con el presidente, con las formas que utilizó el nuevo entrenador Ronald Koeman, con la política de compra/venta del club, con los fracasos deportivos de los últimos años, con la salida de su amigo Luis Suárez, más allá de todo eso, tenía contrato vigente hasta junio de 2021. Y tratar de liberarse gratis, amoldando la cláusula de salida unilateral a la coyuntura de un 2020 en el que la temporada del fútbol europeo se estiró por el coronavirus, iba a general inevitablemente una disputa legal con el club en el que vivió y jugó durante 20 años.
“Si te vas, te haremos juicio”, fue el mensaje que dejó correr el club. Si te vas libre, el Manchester City (o el club que fuera) deberá estar atento a posibles consecuencias financieras más allá de que la FIFA le otorgara al futbolista un permiso provisorio para seguir desarrollando su trabajo en otro lugar.
Fuente: Diario Clarín
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