Los estafadores se aprovechan de los momentos de vulnerabilidad de las personas y se acercan a las víctimas que manifiestan problemáticas con servicios de empresas o cuestiones de índole económica para simular ser las proveedoras de servicios de las entidades que mencionan en sus posteos.
Por ejemplo si alguien comparte una publicación en Facebook que tiene problemas con Netflix para que los usuarios le aconsejen como resolverlos lo van a leer personas solidarias y estafadores.
Los embaucadores no se van a presentar con nombre y apellido; sino como una empresa tercerizada de la firma que están mencionando.
Es decir, en nombre de Netflix le van a ofrecer resolverlo a través de una aplicación que tendrá que instalar en un dispositivo electrónico con acceso a Internet.
Lo que hacen es acceder al teléfono celular o la computadora de la víctima a través de un programa que les permite acceder en forma remota sin que la persona lo sepa.
La aplicación más popular es Quicksupport o Remotedesktop, en su defecto. Lo cierto es que de esa manera acceden al home banking del damnificado y vacían las cuentas.
Así le pasó a una ama de casa de 42 años que reside en calle Moreno al 800 de nuestra ciudad, quien compartió en redes sociales que transfirió dinero por error a la persona equivocada.
Ella envió dinero en forma virtual a una mujer y la contactó por Facebook un sujeto bajo el perfil Diego Alberto Duarte; quien le garantizó que la ayudaría a resolver el inconveniente.
Este individuo por mensajes de texto fue muy amable, extremadamente correcto y le brindó el número de teléfono 1127328245 para comunicarse con “Soporte técnico”.
La mujer se encontraba ante un momento de vulnerabilidad extremo porque había transferido noventa mil pesos a una persona equivocada y necesitaba recuperar ese dinero.
Por ese motivo creyó todo lo que le indicó y, sin saberlo, le brindó todas las posibilidades para que accedan a su dispositivo y navegar entre sus aplicaciones.
Así fue como ingresaron a cuentas de mercado Pago suyas y de familiares; de tarjeta Naranja y al homebanking para transferir dinero a terceras personas y tomar créditos espontáneos y derivarlos a otras cuentas.
La maniobra fue millonaria y lo hicieron en pocos minutos. La mujer acercó las capturas de pantallas de las operaciones para que investiguen el caso.
La oficina de cibercrimen de la Fiscalía está instruyendo el caso judicialmente para individualizar a los responsables a través de identificar a los beneficiarios de las transferencias bancarias.
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