Consultado acerca de si este mecanismo de un dólar diferencial podría replicarse para otros sectores de la economía, Massa señaló que el complejo sojero tiene “particularidades únicas”, tales como que el 93% de la producción es exportada y que tiene el nivel más alto de retenciones dentro de los bienes primarios que la Argentina vende al exterior.
“La realidad de los otros sectores económicos es distinta. Hay que analizar sector por sector, no podemos plantearlo con la misma lógica que en el caso de la soja”, explicó el ministro de Economía. También señaló que “uno de los grandes desafíos de este ministerio es controlar los precios de alimentos, medicamentos, productos de higiene, para que los esfuerzos puestos en medida como ésta no caigan en saco roto por causa de la inflación”.
Massa también confirmó que el lunes se anunciarán medidas para controlar las importaciones, en particular para llegar a “los que haciendo trampa quieren vulnerar la capacidad del estado de cuidar los dólares”.
Aseguró que se buscará “evitar un mal uso” de las divisas y que para ello, tal como había anticipado días atrás en su cuenta de Twitter, el Gobierno dictará medidas más restrictivas sobre las licencias automáticas.
Por otro lado, y de cara a una siembra de granos gruesos que se presenta compleja desde lo climático y con un aumento significativo de los costos de producción, el ministro de Economía anunció la puesta en marcha del programa de “Fortalecimiento para los pequeños y medianos productores”. A través del mismo, se va a generar un fondo de hasta 40 mil millones de pesos para potenciar la competitividad de las producciones de soja y maíz. La medida estará dirigida a aquellos productores que hayan sembrado hasta 200 hectáreas de soja y 100 hectáreas de maíz en la campaña agrícola anterior, y que hayan comercializado hasta el 85% de su cosecha de soja al 31 de octubre.
Además, el incentivo contemplará a aquellos productores que no participaron del dólar soja. “Para nosotros es importante seguir acompañando a todas y todos los productores que son parte de nuestra agroindustria”, dijo el titular del Palacio de Hacienda.
Un dólar a 200 pesos
Bajo el nombre formal de Programa de Incremento Exportador (PIE), el dólar soja estableció un tipo de cambio diferencial de $200 por dólar para el complejo sojero para todo el presente mes, y finalizó hoy a las 15 con resultados que superaron largamente las expectativas del sector agropecuario, exportador y del propio Gobierno en lo que se refiere al volumen comercializado, el ingreso de divisas y a la compra de dólares por parte del Banco Central (BCRA).
Previo a la conferencia de prensa, Massa mantuvo un encuentro con representantes de entidades de la cadena agroindustrial, con quienes realizó un repaso de los aspectos más destacados del Programa que lanzó el Palacio de Hacienda con el objetivo de acelerar las ventas de soja por parte de los productores, y adelantó las medidas a implementar para incentivar la siembra de soja y maíz de los pequeños y medianos productores. En el Gobierno hay preocupación por los efectos de la sequía, que por tercer año consecutivo complica la marcha de la campaña agrícola, y el aumento de los insumos, como fertilizantes, tras el ataque de Rusia a Ucrania.
Pero tras el “éxito” del dólar soja en los diferentes eslabones de la cadena agroindustrial surge la incógnita de cómo será el día después en el mercado. Hay coincidencia en muchos sectores consultados por este medio que se va a generar una merma en los niveles de comercialización de la oleaginosa, dándole lugar a los negocios con cereales. Para algunos analistas del mercado de granos, el stock remanente de soja para cerrar la campaña hasta marzo indica que los volúmenes de venta de los productores va a estar muy limitados y reducidos y, lo más probable, es que a partir del mes próximo surja una vocación por parte de los agricultores hacia la comercialización de maíz y en diciembre de trigo.
Una condición climática adversa, con una fuerte sequía que afecta el centro y norte del área agrícola, aparece como un obstáculo para la cosecha de trigo. Ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó en 3 millones de toneladas las estimaciones de producción final, que ahora se ubican en 17,5 millones de toneladas. Por esa reducción, la Argentina perdería ingresos de exportaciones por más de 1.100 millones de toneladas.
Actual campaña agrícola
Un contexto internacional incierto, en el que el ataque de Rusia a Ucrania derivó en mayor demanda de energía y alimentos, y por consiguiente un aumento de los costos, que se suma a la compleja situación económica de la Argentina y al clima, son factores que impactarán en el resultado de la actual campaña agrícola. En ese sentido, esta semana la Bolsa porteña proyectó para el ciclo agrícola 2022/2023 una cosecha total de 127,7 millones de toneladas de los seis principales cultivos, representando una caída interanual de casi el 2%, mientras que el área a sembrar retrocedería 0,1% hasta las 34,55 millones de hectáreas.
Por último, la entidad planteó un escenario de menores precios internacionales que derivarán en una baja del 9,2% de las exportaciones de soja, trigo, maíz, cebada, girasol y sorgo en 2023, y se ubicarían en USD 40.932 millones, mientras que la recaudación fiscal sería 9,1% menor y se ubicaría en torno a los USD 17.515 millones.
De Infobae
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