Real 365

Daniel Villanueva es el pastor que lidera una Iglesia Evangélica y, además, trabaja en la construcción.
Mientras trabajaba en una obra el martes a la tarde escuchó los gritos insistentes de una madre que llamaba al hijo.
Los albañiles dejaron todo cuando escucharon el llanto desgarrador de la mujer y corrieron a la casa de inmediaciones de Jorge Newbery y Miguel Cané.
Aparentemente el nene de dos años persiguiendo a la mascota en el patio de la casa habría caído a la pileta con agua.
Lo sacaron de la piscina y el evangélico lo subió con la madre en la camioneta para trasladarlo al Hospital.
En el trayecto se cruzaron con una ambulancia de Same para que la médica iniciara las maniobras de resucitación cardio pulmonar.
Tal como lo relató en el templo y a los grupos de oraciones: los intensos rezos en el recorrido obraron milagro para que el niño volviera en si.
A sus amigos les contó Daniel como se dio su intervención mientras trabajaba en una obra del barrio 24 de Septiembre.
“Estábamos trabajando acá en la obra y había una señora que estaba llamando al nene, lo llamaba, lo llamaba y pasaron unos cuantos minutos y no lo encontraba y cada vez gritaba más la madre. En un momento empezó los gritos desesperados, gritos desgarradores. Se vio al nene de dos años en la pileta. La criatura parecía sin signos vitales. Frío estaba el nene, salía agua por todos lados. Lo llevamos y empezamos a pedir (oraciones) al Señor. Llegando ahí a Rocha y Dorrego detuvimos una ambulancia. Cuando lo subimos y la médica le practicó maniobras: el nene lloró, lloró y le dijeron que estaba respirando, que estaba con vida. Fue tremendo el milagro del Señor”.