Pergamino, 25 de noviembre del 2024

Nilda Elba Nipotti, la mujer que murió de Covid sin poder disfrutar la propiedad que le usurparon

A mediados de abril murió como consecuencia de la pandemia y no pudo recuperar para ella y sus hijos los inmuebles de su propiedad. Las resoluciones judiciales y los convenios legales siempre les resultaron favorables, pero nunca recuperó sus bienes.

Miércoles 27 de octubre de 2021

Nilda Elba Nipotti falleció el pasado 15 de abril a los 84 años tras agravarse su cuadro de salud por contagiarse coronavirus y nunca pudo cumplir el sueño de recuperar las propiedades ocupadas por usurpadores.

El martes los hijos han visto cumplirse en parte uno de los grandes anhelos de su vida al desocupar una de las parcelas que la Justicia ya había fallado a su favor en varias instancias.

Son los hijos quienes toman la posta de la madre porque ella decía y repetía: “me voy a morir y esta gente va a seguir ahí adentro”, les hacía saber a todos ese vaticinio que tanta preocupación le generaba.

En vida recibió los dictámenes favorables de la Justicia con las intervenciones de profesionales que le daban la razón a su reclamo para recuperar la propiedad, pero nunca lograba que le devolvieran los bienes.

Ella por herencia era la propietaria de varias parcelas en la cuadra de avenida Alsina entre San Nicolás y Alem que legítimamente han sido acreditadas en los distintos fueros donde tramitaron incidentes.

La mujer siempre tuvo la voluntad de recuperar los bienes pacíficamente sin lograr que los desocuparan por más que en el medio hubo promesas de los moradores de devolverlos.

Una de las mujeres que residía en una parcela recibió como ayuda un terreno en el barrio Acevedo y así todo se quedaron familiares suyos; a pesar que había acordado desocupar las instalaciones.

Antes de morir vio como en sus propiedades instalaban locales comerciales, partidos políticos y un sinfín de iniciativas con las que han lucrado las personas que ocupaban las propiedades.

Los haberes jubilatorios eran sus únicos ingresos mensuales y anhelaba recuperar esas propiedades para mejorar la calidad de vida de sus últimos años y dejarle un capital a sus hijos.

Por más que sus abogados se esforzaron en concicliar con los ocupantes una salida pacífica nunca han logrado que cumplieran con los compromisos que adquirían judicialmente.

El martes se desarrolló el desalojo tras los dictámenes judiciales y los acuerdos de los moradores de desocupar las instalaciones al fallar la Justicia en favor de los herederos de Nipotti.

Por Alfonso Godoy

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