El incidente hogareño ocurrió en la morada donde reside el joven efectivo policial en calle De los Inmigrantes alrededor de las diez de la noche.
De acuerdo a los trascendidos, el agente se encontraba en vivienda descansando y disfrutando de su día de “franco de servicios”.
La pistola 9 milímetros Bersa Thunder Pro se le cayó al manipularla y bajarla de la parte superior de un mueble.
La caída del arma reglamentaria produjo el disparo accidental que impactó debajo de la rodilla en la pierna derecha.
Afortunadamente el recorrido de la bala atravesó partes blandas de la extremidad inferior.
El proyectil dejó una lesión de entrada y salida en la piel y no produjo fracturas o lesiones de huesos.
El médico de Policía determinó que se trataron de lesiones leves, salvo complicaciones, y lo sometieron a curaciones superficiales y tratamiento con medicación durante unos días de reposo.
La madre lo asistió y llamaron a los camaradas del escuadrón policial para que lo trasladaran al Hospital San José.
En el centro de salud lo asistieron, le practicaron las curaciones y se iniciaron las actuaciones por “lesiones”.
El fiscal Pablo Santamarina instruye el caso en la Fiscalía 1, desde donde dieron intervención a los especialistas de Policía Científica para que realicen las pericias en la habitación donde ocurrió el accidente y sometan a análisis técnicos a la pistola.
Así también, como exige el protocolo de Policía, le dieron intervención al sargento Luis Almaraz de la Dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Por Alfonso Godoy para Real365
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