El mundo de la cultura en Pergamino se encuentra de luto por el fallecimiento de Jorge Masieri, un artista plástico de renombre que dejó una huella imborrable en la comunidad no solo a través de sus obras, sino también por su participación activa en distintos ámbitos sociales y culturales.
Jorge Masieri, quien residía en la ciudad de Mendoza junto a sus hijos Luciano y Leandro, destacados en el básquetbol profesional, partió a los 83 años tras una batalla contra los problemas de salud derivados de la diabetes que padecía.
Autodidacta en el arte de la pintura, Masieri encontró en la expresión artística su pasión y su forma de comunicarse con el mundo. Inspirado por la enseñanza de su mentor, Don Pedro Suñer, Masieri buscaba constantemente en su trabajo plasmar su temperamento y su visión única del arte. “Cada pintor tiene su temperamento; el mío es buscar, hablo con los cuadros”, solía decir.
Su creatividad no conocía límites, y trascendía también al ámbito culinario, donde dejó su marca a través de la decoración en varios locales gastronómicos y confiterías que poseía. “Todo el arte que aprendí, lo incorporé después en los negocios que tuve”, expresaba Masieri, recordando cómo sus obras adornaban los espacios de estos establecimientos, dándoles una atmósfera única y distintiva.
Masieri será recordado no solo como un talentoso artista plástico, sino también como un hombre activo y emprendedor que supo fusionar su amor por el arte con su participación en la vida comunitaria de Pergamino. Su legado perdurará en cada una de sus obras y en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y admirarlo.
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