Pergamino, 20 de mayo del 2024

Propietario de agencia de remises quedó condenado por abusos a empleada

El juez Guillermo Burrone condenó a 6 años de prisión, de efectivo cumplimiento, a sujeto que vulneró a la empleada obligándola a practicarle sexo oral y otra serie de abusos en el entorno laboral.

Miércoles 8 de mayo de 2024
Por redacción Real 365

El dueño de una agencia de remises fue condenado por los abusos sexuales perpetrados a una telefonista que trabajaba en su local.
El juez Guillermo Burrone condenó a 6 años de prisión, de efectivo cumplimiento, por considerarlo penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal en concurso real.
En el fallo condenatorio, el juez Burrone dispuso la inmediata detención del sujeto de 71 años; quien llegó al juicio en libertad. El veredicto estableció una prisión bajo la modalidad de arresto domiciliario por la edad.
Una vez que la condena quede firme le realizarán la toma de la muestra biológica a los efectos de la inclusión del perfil genético correspondiente (ADN) en el Banco de Datos Genéticos de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
El fiscal Fernando D´Elío tras las dos jornadas de debate oral pidió una condena a ocho años de prisión por la misma calificación por la que lo condenó el Tribunal Oral en lo Criminal.
El juez Burrone valoró como contundentes las declaraciones de la víctima al relatar los episodios que quedaron demostrados en el debate oral para el integrante unipersonal del Tribunal.
En plena pandemia, el 20 de septiembre de 2020 a las 11:30 horas en las instalaciones del remises céntrico el jefe tomó del brazo a la telefonista y la obligó a practicarle sexo oral.
Días antes, el 31 de agosto, el empleador le exigió que lo complaciera sexualmente y le apoyó su miembro viril en el brazo de la mujer.
En octubre de ese mismo año el último episodio fue que el propietario del local pasó por detrás de la víctima y la tomó de los pechos.
La mujer ya le había advertido que cesara con los hostigamientos porque lo denunciaría penalmente y dejaría de trabajar.
Así fue como la empleada cumplió con lo que le anunció al ser ultrajada nuevamente dentro del ámbito laboral.
Las peritos psicológicas consideraron creíbles los relatos de la mujer que trabajaba como recepcionista del remises.
Las personas del entorno laboral declararon como testigos y coincidieron en cuestiones ocurridas dentro del local que contó la mujer sobre lo que temía quedarse sola en el momento en que su empleador estaba en las instalaciones.
La mujer trabajó en dicho lugar por espacio de tres años y denunció que el individuo la hostigó y acosó cada vez que se quedaron solos en el salón de la agencia de remises.
El episodio más grave del sometimiento para obligarla a tener sexo oral para el abogado defensor, Rodolfo Migliaro, no podría haber existido porque era imposible que el dueño de la empresa pudiese someter a la víctima.
El juez valoró sincero el testimonio de la mujer que es idéntico a sus declaraciones en etapa de instrucción judicial.
Para la mujer las situaciones vividas constituyeron un calvario difícil de soportar y acudió a las autoridades policiales y judiciales cuando se puso insostenible y decidió transformar su angustia en un pedido de Justicia.

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