El fiscal Pablo Santamarina cuenta con las imágenes de cámaras de video vigilancia de locales de Avenida de Mayo entre Alberti y Moreno para identificar a los ladrones que usaron inhibidores de cierre centralizado vehicular para sustraer un millón y medio de pesos de un automóvil Volkswagen Vento.
El episodio ocurrió el viernes a la tarde noche cuando un comerciante descendió del auto para dirigirse a uno de los negocios de esa cuadra.
Al regresar constató que abrieron las puertas sin ejercer violencia y lo despojaron del bolso donde atesoraba dinero para pagarle a albañiles que están trabajando en una obra particular.
La víctima sintió el pitido del cierre centralizado al activarse, pero los ladrones habrían utilizado un dispositivo que anula la activación y hace creer que ha quedado cerrado.
Los ladrones aguardaron que el propietario se alejara lo suficiente y no estuviera pendiente del vehículo para ingresar a apoderarse de pertenencias de valor.
En el habitáculo se encontraron con un cuantioso botín; de acuerdo a la denuncia del empresario.
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