El complejo habitacional surgido del loteo municipal “Solares II” se encuentra en pleno proceso de desarrollo porque al momento han sido muy pocos adjudicatarios que han logrado edificar e instalarse los grupos familiares.
La mayoría están en los proyectos o han iniciado las obras para construir la vivienda para residir con la familia en un espacio surgido de un macizo de tierra adquirido por la Municipalidad y vendido con facilidades a matrimonios o personas con hijos.
Lo cierto es que quienes han logrado construir e instalarse, como las familias que están en obra y aquellos que se encuentran proyectando la edificación: lo hacen con mucho esfuerzo económico de los ingresos del matrimonio o ayuda de allegados.
Así todo, tienen que redoblar los gastos por cuestiones ajenas al sueño de la casa propia donde criar a los hijos y disfrutar los días porque surgen robos que obligan a subir la altura de los tapiales, colocar cercos perimetrales e instalar cámaras de seguridad.
Y se suman las alimañas que aparecen por el crecimiento de pastos y yuyos en terrenos aledaños cuyos propietarios no se encargan del mantenimiento.
En redes sociales han compartido la imagen de una víbora aparecida como consecuencias de la falta de cuidados de espacios verdes en terrenos cercanos.
Las calles son de tierra, pero requieren frecuentes intervenciones de maquinas viales para evitar anegamientos en esta época de lluvias.
El miércoles al mediodía un camión se quedó encajado en el barro mientras acudía a entregar insumos para una obra en construcción desde un corralón de materiales.
Los vecinos han dado a conocer que unas de estas últimas tardes accidentalmente un vehículo de la recolección de residuos habría provocado daños en una de las cunetas.
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