La obra está ubicada en una pared de calle Avellaneda 337, a pedido de una familia, que cuando se realizaba el primer mural en la plazoleta, manifestó su deseo de que el próximo fuera en su pared.
Calvet explicó que: “la frase elegida es porque de alguna forma apunta a mantener la memoria de lo que sucedió, que no se olvide el caso.”
Fuente Hoy Rojas
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